jueves, 24 de julio de 2014

Hablemos sobre Inclusión

Quisiera hoy acercarme a Uds. con algunas reflexiones sobre la inclusión en relación a las personas en situación de discapacidad. Los invito a que repasemos algunos hechos y conceptos alrededor de esta temática.

En las décadas de 1960/70 nace en EEUU el Movimiento de Vida Independiente. Su lema: “Nada sobre nosotros sin nosotros”. De este movimiento surge el Foro de Vida Independiente de España, el cual en el año 2005 propone el término “diversidad funcional” como alternativa a otros términos tales como “discapacidad”, “minusvalía”, “incapacidad”, “invalidez”, etc.
Desde otra perspectiva, diversidad funcional no es un término alternativo a discapacidad porque es un hecho presente en la sociedad que, por definición, afecta a todos sus miembros por igual. Es decir, todos funcionamos de manera diversa o diferente.
Hablar entonces de diversidad funcional sería como hablar de diversidad generacional, diversidad cultural o diversidad sexual… algo perfectamente natural.
Según esta perspectiva entonces, diversidad funcional se refiere al hecho de que entre los miembros de la sociedad cada uno tiene unas determinadas capacidades, lo cual genera una diversidad que, como el resto de las diversidades, debe ser gestionada de modo que no se produzcan o se corrijan exclusiones o discriminaciones.
Recordemos que el término oficial para referirse a los discapacitados es, por ahora, “persona con discapacidad”, que es el concepto que recoge la Organización Mundial de la Salud.
Con el término diversidad funcional se propone una nueva visión que no es negativa, no implica enfermedad, deficiencia, parálisis, retraso, etc. No obstante, no se niega el hecho de que se habla de personas que son diferentes a la norma estadística y que por ello realizan algunas de sus funciones de manera diferente a la media de la población.
Volviendo sobre el Movimiento de Vida Independiente, diremos que la Filosofía Mundial de Vida Independiente, se constituye en un nuevo pensamiento teórico-práctico en torno a la realidad humana, denominada "diversidad funcional".
Las mujeres y hombres con diversidad funcional reclaman su derecho individual y colectivo a vivir de manera activa e independiente, estando incluidos en la comunidad, con los apoyos humanos o tecnológicos necesarios (asistencia de personas, objetos, etc.), en igualdad de condiciones, y aportar a la sociedad.
Los pilares que sustentan esta Filosofía Mundial de Vida Independiente son cuatro:
1- El valor que tiene toda vida humana.
2- La capacidad que tienen todas las personas, cualquiera sea su diversidad, de realizar elecciones.
3- El derecho que tienen las personas con diversidad física, intelectual o sensorial a ejercer el control de sus vidas ya que se encuentran en esa situación por la respuesta de la sociedad.
4- El derecho que tienen las personas con diversidad funcional a participar plenamente en la sociedad.

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, aprobada el 13 de diciembre de 2006, es un instrumento internacional de derechos humanos destinado a proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad. Señala un “cambio paradigmático” de las actitudes y enfoques respecto de las personas en situación de discapacidad y en Argentina tiene fuerza de Ley desde el 2008, registrada bajo el N° 26.378.
El objeto de la Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente.
En este punto, es interesante destacar que la Convención adopta un modelo social de discapacidad: las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Enumero a continuación los principios de la Convención:
1- El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones y la independencia de las personas;
2- La no discriminación;
3- La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad;
4- El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humanas;
5- La igualdad de oportunidades;
6- La accesibilidad;
7- La igualdad entre el hombre y la mujer; y
8- El respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con discapacidad y de su derecho a preservar su identidad.
La Convención rescata el principio de autonomía individual, libertad de tomar decisiones e independencia de las personas -opuesto a la consideración habitual de las personas con discapacidad como objetos de atención/cuidado y no como sujetos de derecho, casi como niños aún en los casos en que pueden decidir sobre aspectos importantes de su vida- y el respeto a la diferencia y diversidad humanas -principio básico y previo al reconocimiento de otro en su individualidad y por ende el respeto a sus propias convicciones y decisiones-.
La Convención, que es muy extensa, habla sobre una gran cantidad de aspectos relacionados con las personas con discapacidad: educación, salud, rehabilitación, participación, vida independiente, etc.
En relación a la educación, establece que las personas con discapacidad deben tener garantizado su derecho a la educación sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, asegurando un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida.
En artículos especiales, la Convención destaca los derechos a ser incluido en la comunidad, a la movilidad de las personas, habilitación y rehabilitación, y a la participación en la vida política y pública, y la vida cultural, la recreación y el deporte (y Cultura Sorda).

Habiendo revisado los conceptos aportados por uno de los movimientos sociales mundiales más importantes visibilizadores de las personas en situación de discapacidad, y luego la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, me gustaría avanzar hacia el concepto de Inclusión en relación a esta temática.
La Real Academia Española dice que Inclusión es:
1. Acción y efecto de incluir - 2. Conexión o amistad de alguien con otra persona.
Consultada Wikipedia, que en los tiempos que corren cuesta ignorar, se me revela que Inclusión es:
El acto de juntar personas, animales u objetos porque existe relación entre sí.
La inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo, en la recreación y en general en todos los procesos sociales y culturales de las comunidades.
La inclusión implica:
-  Acompañar a las familias cuyos miembros pueden ser víctimas de exclusión.
- Brindar los apoyos necesarios.
- Restituir los derechos vulnerados.
- Valorar las diferencias.
- Eliminar las etiquetas sin desconocer las condiciones particulares.
- Reconocer los aportes de todos.
- Transformar hacia políticas, cultura y prácticas inclusivas.
- Mejorar el capital social: todos participamos, todos aportamos y todos somos valiosos y valorados.

Hemos llegado al punto de reflexionar sobre nuestras propias posibilidades de actuar como agentes inclusivos y de modificar nuestro entorno.
Cómo podemos ser facilitadores de inclusión en nuestros ámbitos de desarrollo?
Las personas con diversidad funcional tienen derecho a ser respetadas y a acceder a una vida digna, para lo cual debemos favorecer su inclusión en grupos de pertenencia que les permitan desarrollarse y ser feliz.
Debemos cambiar la mirada y empezar a pensar en la inclusión como un fin en sí misma que promueve la dignidad de la persona.
El camino hacia la inclusión es, en definitiva, un camino hacia la valoración de las personas, hacia la aceptación de las diferencias, y yo diría hacia la paz.
Son muchos los valores en juego: tolerancia, respeto, igualdad, dignidad, solidaridad… y tantos otros, todos anhelados y apreciados en nuestra sociedad. Cosas que pedimos cotidianamente, y que muchas veces nos enoja no encontrar.
Comenzar a ejercitar estos valores y hacerlos extensivos a todas las personas por igual, sin distinciones, sabiendo a conciencia que todos somos diferentes y también que todos tenemos los mismos derechos, será convertirnos en facilitadores de un proceso de cambio que urge realizar por el bien de nuestras sociedades. El rol que nos toca no es poca cosa. Ojalá lo podamos apreciar y ejercer.


No hay comentarios: