martes, 24 de marzo de 2009

Discapacidad: la importancia del encuadre

Me interesa mucho el trabajo del Lic. Ricardo de Castro, musicoterapeuta, docente, capacitador, conductor y musicalizador. Ha analizado en profundidad las diferencias y las posibles articulaciones de la Musicoterapia y de la Educación Musical frente al aprendizaje.
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Es preciso definir adecuadamente el encuadre, como también la función que desarrolla la labor.
Así como la clínica promueve la cura, la escuela promueve el aprendizaje. El ámbito institucional determina la acción que se llevará a cabo. Cada institución posee una función diferenciada que implica objetivos a cumplir.
Las instituciones de salud tienen como objetivo curar, promover y prevenir la salud.
Las instituciones educativas tienen como objetivo educar, enseñar, intercambiar valores y conocimientos.
Coincido con de Castro en que existe, en el interjuego de estos dos campos, la instancia de lo educativo-terapéutico. Esta instancia describe la función que puede desarrollar la Musicoterapia en el ámbito educativo.
En su libro "Sonido, música, acción" (de Castro, Ricardo. Jorge Baudino Editores. Buenos Aires. 2004), enuncia y analiza los objetivos que propone la musicoterapia ante esta acción educativo-terapéutica en el ámbito escolar.
La enumeración y descripción de los objetivos de la Musicoterapia como acción educativo-terapéutica dentro del ámbito escolar permite esquematizar los conceptos y contenidos que puede abordar a través de sus variados procedimientos.
El maestro de música puede compartir estos mismos objetivos en su labor cotidiana en el aula, pero existen diferencias en la observación y lectura de las situaciones, en las características de las relaciones o vínculos que se establecen, en la modalidad de trabajo, en la metodología utilizada, en los procesos y en la finalidad.

viernes, 6 de marzo de 2009

La foca loca

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Toma solcito quieta sobre una roca
salpcada de espuma la foca loca.
Se zambulle en el agua fría del mar
y los peces
que nadan
la ven pasar.
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Pero pronto se cansa de hacer piruetas
y, como es foca loca, con sus aletas,
sacudiéndolas fuerte levanta vuelo
y una nube
redonda
le seca el pelo.
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El sol se ríe un poco por lo graciosa
que se muestra la foca al hacer tal cosa.
Moviendo los bigotes y el pecho al viento
es la foca
más loca
que vi en un cuento.